REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD RAFAEL BELLOSO CHACIN
DOCTORADO EN CIENCIAS GERENCIALES
CATEDRA: LIDERAZGO Y VISION ORGANIZACIONAL
EL LIDERAZGO EN
Ing. Agron. Cesar Timaure MSc.
Maracaibo, mayo de 2008
Desde hace algún tiempo se viene proponiendo en diversos círculos técnicos y de la actividad agroalimentaria venezolana que, debido a la complejidad del sector, se debe inducir, buscar, proponer una cultura de trabajo, de liderazgo diferente en el mismo, que permita redimensionar sus fundamentos, de manera de obtener logros y consecuencialmente mas productividad en el área de aportación de alimentos.
Todo esto tiene que ver, al mismo tiempo, con ideas generadas en otras latitudes, y que buscan elementos de análisis, para cambiar paradigmas y conceptos preestablecidos especialmente, en los modos de producción.
El modelo del desarrollo sostenible, se ha impulsado desde los años 60, con movimientos mundiales en pro de la conservación ambiental, tales como, la conferencia sobre ambiente humano, bajo los auspicios de las Naciones Unidas en 1992, también la cumbre mundial de las naciones unidas sobre el desarrollo sustentable en Johannesburgo en 2002, entre otras (Bustillo, 2008).
Desde un punto de vista epistemológico, se puede decir que, uno de los enfoques que ha prevalecido e impulsado el accionar del mundo, en cuanto a desarrollo, es el material o productivista, liderado por la economía neoclásica, el cual esta basado en una visión antropocéntrica y donde la naturaleza es vista como un recurso en beneficio del hombre (Bustillo, 2008).
Inclusive, con el agravante de disciplinas que han estado signadas por el mecanicismo newtoniano, el método de la inducción y el empirismo de David Hume, John Locke y Ernst Match, que con el apoyo del Circulo de Viena, instauraron el positivismo lógico, que ha caracterizado a la ciencia, desde Descartes.
En el otro extremo y con fuertes criticas al modelo neoclásico, se encuentra la economía ecológica, influenciada por Georgescu-Roegen (1977), Daly (1987), Pearce (1987) y Costanza (1997), entre otros. Estos consideran que hay límite para el crecimiento económico, considerando que la producción requiere de un flujo constante de materiales e insumos energéticos, los cuales son gobernados por procesos entrópicos irreversibles.
Al respecto, Daly (1997), considera que el mercado no puede revertir los procesos entrópicos generados por la excesiva dinámica económica. En síntesis, lo que puede deducirse de las argumentaciones anteriores es que el modelo económico neoclásico es inapropiado para modelar el desarrollo sostenible. Bajo este enfoque, los autores mencionados atribuyen un fuerte peso al principio de la conservación de los recursos.
Ahora bien, el desarrollo sostenible constituye una visión en los esquemas de planeación gubernamental en una notable cantidad de países, mas sin embargo, surgen imponderables que dificultan la instalación de mecanismos para proteger los recursos naturales, lo cual es derivado aparentemente de concepciones puramente economicistas, ya señaladas.
La actividad agrícola sociocomunitaria, es la que se desarrolla especialmente en comunidades rurales, también urbanas o periurbanas, en las que participan un número determinado de personas o familias, para obtener productos derivados de la siembra, cría de rebaños o inclusive de la pesca en diversas modalidades.
De estas comunidades, surge un tipo de liderazgo, con una valoración especial hacia el ambiente, cuando se dan cuenta, o lo han asumido con la experiencia, que la protección ambiental, genera un modo de vida y de supervivencia, diferente a que si fuera tratado el entorno con un enfoque meramente antrópico, o que busca degradar las condiciones, para luego mudarse a otro sitio.
De acuerdo a Timaure (2004), muchos de los asentamientos, sectores y áreas rurales de producción agrícola de Venezuela surgen en forma espontánea, luego que un grupo de personas se reúne para fundar, instalarse en una determinada zona e iniciar las actividades de siembra y crianza de animales. Allí van surgiendo luego los líderes naturales y las formas de organización a través de las cuales realizan solicitudes a los gobiernos locales para el apoyo en cuanto a la dotación de servicios.
Muchas veces ésta ayuda llega tardíamente, llega en forma esporádica o nunca. Entonces surge de nuevo una interrogante, si hoy en día Venezuela debe ir hacia la consolidación del desarrollo sumando las rentas obtenidas de la actividad petrolera, hasta ahora la única fuente de ingresos estables, para impulsar otras actividades económicas capaces de generar divisas y ser un polo importante de desarrollo, como lo son la actividad agropecuaria, el turismo, la industria y la artesanía ¿porque no se aplican las herramientas gerenciales existentes a las comunidades rurales para su desarrollo?
La aplicación de las herramientas gerenciales, que incluye al liderazgo, debe ser una labor conjunta de todos los organismos públicos y privados que tienen conocimiento de estas para impulsar aquellos proyectos y actividades comunitarias donde se busque obtener el mejor provecho de los recursos naturales y humanos a disposición.
CONCLUSIONES
Las preguntas derivadas de la inquietud por la aplicación de las herramientas gerenciales, y mencionada una de ellas en un párrafo anterior, siempre estarán latentes en los entornos de agricultura sociocomunitaria de todos los países, que aspiran un manejo sostenible de sus recursos naturales, porque al surgir inconvenientes de tipo político, económico, ambiental, cultural o legal, se hace necesario buscar elementos de fondo, de liderazgo, para superar y mejorar la condiciones de productividad.
El tipo de liderazgo en un entorno de agricultura sociocomunitaria, debe estar signado por la participación, la solidaridad, la búsqueda del conocimiento y el arraigo cultural idiosincratico, con la visión de no comprometer en el corto plazo la seguridad alimentaria y ambiental de las generaciones futuras en el largo plazo.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
Bustillo-García L. y Martínez-Dávila J. 2008. Factores políticos, económicos y culturales que inciden en el desarrollo sustentable de la ganadería de doble propósito. En, desarrollo sostenible de la ganadería doble propósito. C. González-Stagnaro, N. Madrid Bury, E. Soto Belloso (eds). Fundación GIRARZ. Ediciones Astro Data S.A. Maracaibo-Venezuela. Cap. II: 37-46
Costanza R. 1997. La economía ecológica de la sostenibilidad: invertir en capital natural. Medio Ambiente y desarrollo Sostenible: más allá del informe de Brundtland, R. Goodland (Coord). Editorial Trotta. España. 103-114 p.
Daly HE. 1987. The economic Growt Debate: What some economists have learned but many have not. J Environ Econ Manag 14:323-336
Georgescu-Roegen N. 1977. ¿Que puede enseñar a los economistas la termodinámica y la biología? Atlantic Econ J V: 13-21. Tomado en, F. Aguilera Klink, V. Alcántara. 1994. De la economía ambiental a la economía ecológica. ICARIA Editorial. Barcelona.
Timaure C. 2004. Propuesta basada en la planificación estratégica para el desarrollo sostenible de la comunidad agrícola