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jueves, febrero 12, 2009

La soya proveedor de proteínas y aceite a nivel mundial



La soya proveedor de proteínas y aceite a nivel mundial

Tomado de:
http://www.inia.gov.ve/index.php?option=com_content&task=view&id=593&Itemid=145

La soya es considerada en la agricultura del mundo moderno como uno de los cultivos más rentables, debido a la importancia estratégica que tiene para los esquemas tecnológicos de producción de alimentos concentrados de aves y cerdos, y por supuesto, para la alimentación humana.



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Semilla de la soya, proveedor de aceite a nivel mundial
Prensa-INIA. La soya es una leguminosa anual que está presente en la cadena alimenticia del ser humano desde hace más de 5.000 años y ha sido un producto básico de la dieta asiática. En la actualidad, este mismo producto se procesa tecnológicamente de diversas formas y ha logrado atraer a los consumidores interesados en conservar su salud óptima.

Los granos de soya están compuestos por un 30% de hidratos de carbono (de los cuales 15% es fibra), 18% de aceite (85% no saturado), 14 % de humedad y 38% de proteína. Es la única legumbre que contiene los nueve aminoácidos esenciales en la proporción correcta para la salud humana. Por lo tanto la proteína de soya está calificada como una proteína completa de alta calidad. Uno de sus beneficios nutritivos es que se considera como fuente de fósforo, potasio, vitaminas del grupo B, cinc, hierro y la vitamina E antioxidante.



Durante el procesamiento de los granos de soya, éstos son en primer lugar limpiados y luego acondicionados, abiertos, descascarados y laminados en hojuelas. El paso siguiente consiste en extraer el aceite de la soya de las hojuelas. Éstas son luego secadas obteniéndose hojuelas de soya desgrasadas. El material desgrasado constituye la base para las tres principales categorías de productos a base de proteína de soya: harinas, concentrados y aislados.



La lecitina extraída del aceite de soya tiene cantidades de usos, desde la elaboración de farmacéuticos hasta la producción de cubiertas protectoras. Es un emulsificante natural y lubricante. El aceite de soya es utilizado en productos tales como la margarina, aderezo para ensaladas y aceites comestibles.



Es también el único cultivo en la agricultura totalmente mecanizado que ofrece una alternativa viable para la producción racional sostenida en el tiempo, fundamentada en la rotación de cultivos y garantizando al productor una mejor conservación y mejoramiento de suelo. Es de resaltar que en Venezuela para lograr una buena producción, es necesario usar semillas de alta calidad que cumplan con los requisitos de certificación exigidos por el Servicio Nacional de Semillas (SENASEM), perteneciente al Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas (INIA).



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Aspecto del cultivo de la soya
Al respecto, Daniel Santiago investigador adscrito al Campo Experimental Santa Bárbara del INIA con sede en Monagas y responsable del área de investigación en oleaginosas, específicamente de la soya, señaló que este cultivo es una planta de la familia de la leguminosa que produce este cultivar, porque se puede obtener de su grano proteínas de alta calidad y adicionalmente tiene un contenido de aceite, de manera que es una planta leguminosa y al mismo tiempo oleaginosa, cultivada entonces por el aceite que se acumula en su grano y por las proteínas de excelente calidad.



Explicó que la soya es un cultivo totalmente industrializado y en Venezuela gran parte del aceite que se consume es derivado de ésta y su principal aplicación en el país es la formulación de alimentos balanceados para animales, de manera que la producción de pollo, huevo y cerdo se fundamenta en la utilización de este cultivo.



Indicó el investigador Santiago que si se analiza la demanda que tiene en Venezuela la soya, nos damos cuenta que es un cultivo estratégico para la seguridad y soberanía agroalimentaria de la nación y actualmente hay una demanda que se encuentran alrededor de 1 millón 200 mil toneladas al año. La producción nacional de soya solamente suple una fracción pequeña de esa demanda nacional, dijo, tenemos una dependencia bastante elevada, mayor al 90 % de soya importada. De manera que para garantizar la soberanía alimentaria es necesario hacer grandes esfuerzos para aumentar nuestra producción nacional en este cultivo, debido a que representa gran importancia para garantizar la suplencia de proteínas a la población.



Existen zonas potenciales de soya en el país las cuales se encuentran en: Portuguesa, Guárico, Anzoátegui y actualmente donde ha habido un mayor desarrollo de soya ha sido en el estado Monagas, siendo en esta entidad donde se ha sembrado cerca del 60% de la superficie de soya en los últimos 3 años. Indicó que existe una necesidad de aumentar la producción de soya en el país y por supuesto esto va a requerir desarrollar tecnologías y cultivares propios, es allí donde el INIA tiene un papel fundamental como ente rector de la investigación agrícola en el país, dijo, es necesario entonces que se dediquen esfuerzos a la producción de variedades o cultivares de soya, así como de desarrollar referenciales tecnológicos adecuados a nuestras condiciones agroecológicas.



Apuntó que, en la actualidad un trabajo importante que se está llevando a cabo bajo la coordinación del SENASEM, es evaluar cultivares que inscriben empresas productoras de semillas, la mayoría de las cuales son foráneos traídos de otros países, se evalúan sus comportamientos en diversas regiones del país para evaluar el rendimiento y las características de importancia agronómica. Señaló que luego de una evaluación de 2 o 3 años consecutivos los materiales que superen ciertas características, se le otorga la elegibilidad de certificación que permite que sean comercializados y que estén disponibles para los productores. Hoy en día la cantidad de cultivares de soya disponible para los productores es pequeña, se dispone 2 o 3 cultivares para la siembra comercial lo cual no es conveniente y el trabajo de seguir evaluando nuevos cultivares y dándole la elegibilidad es muy importante y es fundamental en este momento, manifestó.



Convenio EMBRAPA-INIA

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La soya rubro fundamental para la soberanía agroalimentaria
Mediante el convenio suscrito entre la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA) y el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas de Venezuela se va a poder intercambiar las experiencias que tiene Brasil en el cultivo de soya en condiciones tropicales y asimismo se va a poder acceder a materiales genéticos que ha desarrollado ese país para condiciones similares a nuestro país, los cuales pudieran ir directamente a ensayos regionales de soya y en poco tiempo estar disponibles para los productores venezolanos.



Además otro aporte en el marco de este convenio es en la producción de semillas en Venezuela ya que actualmente las semillas que utilizan los productores son importadas y a través de este convenio se va a crear el Sistema de Producción de Semillas de Soya en la nación, el cual se comenzaría con materiales genéticos de Brasil en tierras venezolanas.



Igualmente, se tiene previsto el inicio de un programa de mejoramiento genético en el país que a mediano plazo generaría variedades venezolanas con el apoyo del INIA. Del mismo modo, se ha hecho trabajo sobre el manejo agronómico del cultivo para adaptar los referenciales tecnológicos a nuestras condiciones agroecológica, de manera que se han realizado en los últimos años ensayos de evaluación de épocas de siembra de soya, tanto en el estado Monagas como en Guárico y Anzoátegui.



El responsable del área de investigación en oleaginosas indicó también que, "se han hecho ensayos de evaluación de labranza entre otros, y muchos aspectos que deben ser abordados como manejo de plagas y enfermedades que se irán abordando a medida que el grupo de trabajo de soya se siga fortaleciendo", dijo Santiago. Asimismo, se tienen investigadores en los Centros de Investigación del INIA de los estados Anzoátegui, Monagas, Guárico y Portuguesa.



Siembra, fertilización y control de enfermedades

En lo que se refiere a su cultivo, la tendencia actual del sector agrícola indica que, en caso de sembrarse en zonas con topografía ondulada, debe hacerse en curvas de nivel para evitar problemas de erosión y facilitar la labor de mecanización del mismo, sin embargo, lo recomendable es sembrar en terrenos planos bien drenados, ya que el cultivo es poco tolerante al exceso de agua.



Por otra parte, el cultivo requiere de suelos con PH cercano a la neutralidad, lo que hace necesario el encalado de los suelos ácidos que caracterizan nuestras sabanas, donde se está estableciendo el cultivo. Para la fertilización se recomienda hacerlo en bandas al momento de la siembra, de acuerdo al análisis de suelo, para garantizar un mejor aprovechamiento por parte de la planta y una economía en el uso del fertilizante.



En lo que se refiere al control de enfermedades, las variedades recomendadas de soya deben ser resistentes o tolerantes a los posibles ataques que sufra el cultivo. Del mismo modo, deben utilizarse semillas conocidas y provenientes de campos certificados, evitando así la introducción de patógenos por medio de semillas.



Es importante saber que la utilización de fungicidas a nivel foliar no es recomendable, por cuanto esta práctica no proporciona retornos económicos en la producción. Entre los principales insectos-plagas que atacan al cultivo se encuentran: el cortador pequeño, el cortador grande, las roscas o rosquillas, el falso medidor, grillos, bachacos, el gusano del frijol o de la soya, el chinche verde y el coquito.



La soya, sinónimo de salud

La soya y sus derivados son bien conocidos por su capacidad de reducir el riesgo de padecer de enfermedades del corazón, cáncer, osteoporosis y al parecer, ayuda en el control de la diabetes. Los alimentos derivados de la soya no tienen colesterol y como tampoco tienen lactosa, son una fuente ideal de proteínas para más de la mitad de la población mundial que sufren de intolerancia a la lactosa.



La soya tiene en forma abundante muchos tipos diferentes de fitoquímicos, algunos de ellos se encuentran exclusivamente en la soya. Entre estas sustancias podemos mencionar las Isoflavonas que son compuestos similares a los estrógenos, actúan aliviando los malestares de la menopausia y pueden intervenir en la prevención del cáncer que depende de las hormonas. Asimismo, la genisteína, sustancia que bloquea la diseminación de algunas formas de cáncer en estados iniciales, también contribuye en la prevención de las enfermedades del corazón y los ácidos fíticos, compuestos que han inhibido el crecimiento de tumores en animales de laboratorio. (Texto y Fotos: Lic. Rosalba Maraima. 27/11/08)